Impredecible

Entre que quiero que me quieran y no quiero querer a nadie, termino queriendo a alguien que no quiere quererme.

Es que el mundo funciona de forma distinta a la que creemos. Hacemos las cosas con un determinado fin en mente. Objetivo fijado. Meta a la cual arribar. A la vuelta de la esquina los efectos de nuestros actos son totalmente distintos. Nuestros actos son totalmente distintos.

Entonces viene a mi mente que debo hacerle un justo homenaje a la filosofía del valeverguismo, tantas veces proclamada, y pocas veces, y a medias practicada. ¿Significa el valeverguismo una renuncia a enfrentar la vida? Definitivamente no. Es solo una manera de hacer las paces con impredictibilidad de los acontecimientos, y precisamente a partir de éstos abrazar el mundo, aunque sea una mierda.

Porque vale la pena esforzarse por algo aun cuando ese algo luego no se presente. Parafraseando una frase común en las películas estadounidenses "effort works in misterious ways". El esfuerzo trabaja de manera misteriosa, y la recompensa bien puede aparecer después de mucho tiempo y de manera totalmente imprevista. Y si no lo hace, el valeverguismo nos enseña a pararnos y decir ¡qué carajo! a la vida, al mundo y a las personas. Y seguir adelante, sólo porque me vale....